Two.

Porque no se puede hablar de amor sin hablar de ti. Y no eres como esos trenes que tienen billete de ida, pero no de vuelta. Es diferente, no tiene límites, ni etiquetas, ni fechas de caducidad. 

Y se mantiene al margen de la crisis, y de una alemana llamada Ángela Merkel, que dice tener la clave para escapar de todo esto, y de que en Grecia, más de la mitad de la población viva bajo el índice de la pobreza. Y de que niños de doceañero se gasten los  diez euros que su madre les da en tabaco o marihuana, cuando no saben lo que le ha costado ganarlo, y se pasean fumados o borrachos creyéndose que el mundo es perfecto, que ellos son perfectos. Y de que haya cinco millones de parados, pero eso sí, esos parados hay ciertos trabajos que no aceptan porque implican trabajar de sol a sol en un campo agrícola, eso ya es demasiado, y permitidme que no les defienda, pero aquí por quejarnos, podemos quejarnos todos. Y se mantiene al margen de lo que está ocurriendo en Uganda, que por desgracia aún muchos desconocen. Y de que Pirlo y Ramos marcaran un penalti a lo Panenka, por mucho que hablen ahora, porque parece ser que Europa se ha olvidado de todos los problemas por unas semanas, ¡HAY EUROCOPA! Y se nos dibuja una sonrisa en la cara, y mucho más ahora que España está en la final. Y de las protestas revolucionarias de unos jóvenes comunistas. Y de la vuelta de Putin. Y de la vergüenza de que un acusado con un cargo de genocidio haya sido absuelto. Y de la reforma sanitaria estaunidense. Y de la fuga de fuel que ha empapado y teñido de negro las costas de Gijón y Villaviciosa.
Pero no nos pongamos nostálgicos, que todos sabemos que ha habido veintiochos de junio mucho mejores, pero esto no tiene vuelta atrás. Y si os digo la verdad, da miedo leer el periódico o ver lo informativos, mucho más si es a la hora de comer. Así que os seré sincera, hoy por hoy prefiero sentarme frente al mar, esa playa dispuesta a  abrazar entre su arena y salpicar de la espuma de sus olas mil recuerdos juntos. Y perderme entre los acordes de los Arctic, o de The Strokes, Oasis o los Red Hot, que al menos, ellos solucionan mi mundo. Y mirarte y cerciorarme de que el mundo puede estar patas arriba, pero yo tengo lo más bonito que queda en él.

Por eso estoy enamorada de este amor, porque a pesar de que el mundo está, si me permiten la expresión, altamente jodido, él pone una sonrisa al mundo, o al menos, a dos pequeñas partes que lo componen. Porque hablan de las maravillas del mundo sin haber visto tu sonrisa.