Y así llegaron las noches con sabor a ti, ese día que permanecerá marcado para siempre en nuestros corazones. Y así es como nunca terminan.
Porque si sonrío, es porque estás. Y si lloro, porque el amor verdadero también duele.
Y porque hemos aprendido a querernos a un milímetro de distancia, rozando la piel, susurrando palabras y acelerando el miocardio. Pero también a 100 kilómetros de distancia, echando de menos e imaginándonos ahí, uno alado del otro, dispuestos a comernos este mundo, que es gris, a menos que aparezcas.
Hemos aprendido a querernos incluso a 6000 kilómetros que se han clavado como puños y que han llenado las noches y empapado las sábanas de un extraño olor a sal.
Por eso creerme si os digo que la distancia no hace el olvido. Y que el amor no es, sino es contigo.
Este texto es preciooooooooooooooso, me encanta lo de 'Noches con sabor a ti', escribes muy bien, te sigo :) muaaak
ResponderEliminar"Acelerando el miocardio." Qué genial :)
ResponderEliminarUn guiño ;)
A veces es necesario hacer borrón y cuenta nueva :)
ResponderEliminarhttp://sarazubillaga.blogspot.com/
es genial el texto!!lo has escrito tu?
ResponderEliminarun besito :)
http://whysherocks.blogspot.fr/
Sii la verdad es que somos pocas, pero que nadie nos quite la ilusion hombre!
ResponderEliminarMucha Suerte, con esto de empezar de nuevo ;)
Esa frase del final me ha dejado marcada. No sé si ya te sigo, pero sino, lo haré enseguida :$
ResponderEliminar